Aunque el tipo de abrasivo y sus características juegan un papel muy importante a la hora de eliminar la calamina, existen varios parámetros propios del proceso que pueden ser también relevantes. Con el objetivo de optimizar la metodología de lijado con abrasivos flexibles, en este post se expone la influencia de cuatro aspectos relacionados con la herramienta de corte.
Plato de soporte
En sentido estricto, el plato de soporte no es un parámetro de la herramienta, sino más bien un complemento que debe acompañar siempre un disco abrasivo flexible. Los hay de muchos tipos y una forma de clasificarlos es en función de su dureza. En la siguiente figura se muestran tres tipos de plato, de más blando a más duro (léase de izquierda a derecha).
STD
TP1
TP3
Los resultados que se presentan a continuación indican que, si se pretende remover de forma rápida la calamina presente en una pieza de acero, un plato de soporte duro resultará más efectivo puesto que concentrará la presión aplicada en una superficie menor, proporcionando un corte más rápido y frio, aunque sacrificando ligeramente el acabado final
Velocidad de corte
La influencia de este parámetro es obvia: una mayor velocidad de corte disminuye el tiempo de lijado, como puede verse en el gráfico que se presenta a continuación, el cual representa el tiempo requerido para lijar una capa superficial de 200cm2 de calamina sobre un acero al carbono. Nótese que, aunque la tasa de arranque de calamina aumente con un incremento en la velocidad de corte, el abrasivo sufrirá normalmente un desgaste más rápido y la carga térmica será también mayor, puesto que se aporta una mayor cantidad de energía por unidad de tiempo.
Velocidad de Avance
Este parámetro indica la velocidad del movimiento de la herramienta sobre la pieza (flecha superior de la figura siguiente) y deberá ser suficientemente lenta como para asegurar la eliminación de la capa de calamina en una sola pasada, ya que, si se realizan movimientos rápidos en ambos sentidos, como puede ser costumbre en un proceso normal, el abrasivo friccionará superficialmente sobre esta capa, extremadamente dura, con un mayor desgaste y menor efectividad en el arranque.
Presión de contacto
Para un mismo plato de soporte y ángulo de contacto () constante, un aumento en la presión aplicada (fuerza por unidad de superficie) hará que los granos abrasivos penetren a mayor profundidad sobre la calamina, dando como resultado un menor tiempo de lijado. No obstante, si esta presión es excesiva, los granos pueden quedar sobrecargados y desgastarse con mayor facilidad y, además, la temperatura de la pieza puede aumentar notablemente. En este aspecto, la dureza del plato de soporte juega un papel fundamental, concentrando o disolviendo la presión según sea su dureza, como se ha comentado en el punto de plato de soporte.
Otra forma de incrementar la presión de contacto sin aumentar la fuerza que ejerce el operario, es cambiar el ángulo. En los discos de fibra vulcanizada, se recomienda lijar con un ángulo α de 10º, aunque éste puede oscilar entre los 5º y los 25º. Aumentando el ángulo, la fuerza se concentrará sobre una menor superficie y por lo tanto la presión aplicada será mayor.
Conclusiones
Para minimizar los tiempos cuando se lija calamina, es importante:
- Utilizar un plato lo más rígido
- Si la amoladora angular lo permite, aumentar la velocidad de giro en lo posible.
- Desplazar la amoladora lentamente sobre la pieza, hasta una velocidad de avance que saque la calamina completamente en una pasada.
- Incrementar la presión de contacto, combinando fuerza y un ángulo de trabajo lo más alto posible, dentro de los que permita la herramienta abrasiva.